domingo, mayo 03, 2009

mas problemas con la mecanica y El regreso hacia el sur...

estamos en boquete (panamá)y a pata de nuevo... otra vez liando con la mecánica, las reparaciones y las partes que se agotan de tanto uso; pero antes... los 90 dias en Costa Rica sucedieron demasiado rápido, habiamos encontrado un paraíso entonces y este entretenemiento nos hizo perder toda noción del tiempo. estuvimos acampados por espacio de 70 dias en el mismo sitio, lugar que solo abandonábamos escasamente algunas horas de los lunes para ir a comprar comida, y de los viernes para participar en el "farm's market" del bar de Martina. Para la anécdota quedará el viaje que hicimos a Carate, hasta la misma entrada del Parque Nacional Corcovado; y la muy corta pero consistente visita a la Bahia de Drake, siempre en compañia de nuestros parceros y amigos artesanos. Esas breves salidas del "sitio" que se repetian semana a semana, siempre las realizamos transitando a través de ruinosos caminos de ripio, que fueron acabando con lo que quedaba del tren delantero del Nautilus. Mal que nos pese nos despedimos de aquella mágica playa viendo el último amanecer que se coló por nuestras ventanas, por nuestros ojos y por nuestro ser... una vez fuera de esas rutas semi abandonadas y ya sobre el asfalto de la Panamericana nos encontramos con un Nautilus ingobernable a causa de tanto maltrato. El desgaste evidente del tren delantero hacia que cada rueda delantera cobrase vida propia y ajena a nuestra voluntad, siendo que cualquier desnivel del pavimento (por mínimo que éste sea) nos hacía oscilar errática y peligrosamente hacia los lados. Dudamos un poco, no era fácil tomar una decision acertada sobre el seguir, máxime teniendo en cuenta que tan sólo nos quedaban unos 20 dias para que se nos venza nuestra tan lograda estadía en Costa Rica. Finalmente optamos por lo seguro y sabiendo que es posible "congelar" el permiso de circulacion en este pais, apuntamos nuevamente hacia la frontera mas cercana que no era otra que la de Panamá - Costa Rica. Así fue que cambiamos de rumbo y nos dirigimos nuevamente hacia el sur, desplazandonos lentamente a unos 40 Km/h para evitar cualquier sobresalto. Una vez que llegamos seguros a la frontera, hicimos nuestra salida enésima de Costa Rica y conseguimos que nos "guarden" esos 20 dias restantes del permiso de circulación para la proxima visita a estas tierras (y creemos que éste va a ser nuestro salvoconducto necesario para llegar en breve tiempo a nicaragua). Del lado de Panama todo fue sencillo, o más o menos. Sucedió que luego de estacionar bajo el gran tinglado del puesto de control para hacer nuestro ingreso a Panamá, de pasear por las ventanillas de migraciones y aduanas, y estando ya en condiciones de circular por Panamá por otros largos 90 dias; la maniobra para salir del estacionamiento se vio abruptamente interrumpida debido a un golpe seco que sacudió la camioneta desde abajo y nos dejó sin dirección, quedando el volante libre y girando "loko". Lamentablemente como después comprobaríamos, se habia barrido la rosca que afirma la rótula a la barra principal de dirección y ésta quedó por un lado y la barra por el otro, quedando el volante desarticulado con respecto a las ruedas directrices (suponemos que finalmente las ruedas consiguieron su tan ansiada libertad). A pesar de ser un lugar poco apropiado para trabajar no tuvimos mas alternativas que dedicarnos a reparar este problema allí mismo, en la ajetreada frontera. Luché largo tiempo tratando de sacar la rótula sin éxito, era imposible, estaba totalmente clavada. Viendo que el tiempo pasaba y en breve caeria la noche salí en búsqueda de una herramienta especial para quitar rótulas y que una vez ví tenía nuestro amigo McGiver en Venezuela. Para los que no la conocen se trata de una especie de horqueta de metal en forma de cuña y con una larga barra como mango que sirve para forzar a despegar estas piezas. Caminé largo rato por aquella extraña ciudad mitad panagochi, mitad tica, buscando esta herramienta y despues de pasar por varios talleres solo logré algunas indicaciones de quien podria vender tal herramienta. Y mientras yo continuaba con la frenética búsqueda de una solución el cielo se cerró por completo y se largó un gran aguacero que me empapó de pies a cabeza. Finalmente y a punto de cerrar el último local de repuestos, todo mojado y con una novedad de resfrío, conseguí aquella bendita herramienta y regresé hasta donde aguardaban vero y el nautilus. Como solo quedaba escasa luz del día decidimos abortar la reparación y pasar la noche en aquel turbulento lugar. No fue para nada fácil dormir allí, primero hubo que convencer a los funcionarios de frontera que era imposible quitar la camioneta de allí tal y como nos pedian, y luego hacer oídos sordos a los incontables ruidos de camiones, automoviles, motos y buses que estacionaban y despegaban junto al nautilus durante toda la noche, resolviendo sus propios tramites. Nos levantamos a primera hora de la mañana y en cuestion de minutos ya estaba luchando nuevamente con esa rótula hasta que conseguí despegarla. Con la rótula y la barra de dirección en las manos fuí en busca de un taller para soldar las piezas, tarea un tanto difícil por ser demasiado temprano y todos estaban cerrados. Impaciente como estabamos por irnos de la frontera, caminé decidido por la ciudad y cuando vi un negocio en plenas refacciones entré a preguntar si tenian una soldadora para prestarme. El dueño del local que resultó ser un chino bastante buena onda, que de cuatro palabras en español que le dije apenas si entendía una (de la misma manera que de todo lo que me contestó solo logré entender un "si" medio mordido) y enseguida me vi soldando la pieza en el suelo del local. Afortunadamente no me pidio dinero ni nada por este favor, y volví contento con la pieza hasta el nautilus y en minutos ya estaba todo listo para marcharnos. Arrancamos y compramos dos cubiertas nuevas (las viejas cubiertas de venezuela estaban totalmente acabadas) y salimos hacia la primer gran ciudad. Con cuidado de no sobrepasar los 40km/h en cuestion de hora y media estuvimos en David donde vimos dos grandes talleres de tornería. Alli seria posible arreglar el problema del tren delantero, pero esto llevaría dias y requeria parar la camioneta al menos por ese tiempo. Con todo este panorama seguimos ruta convencidos hasta Boquete (al pie del volcán Barú) y con la intencion de alquilar una casita en la montaña donde poder desarmar tranquilamente el Nautilus, efectuar cuanta reparación pendiente de cara al largo camino hacia el norte. Afortunadamente luego de dos dias de dormir en la calle conseguimos una casita accesesible y nos instalamos a disfrutar del agradable clima de montaña. Dias despues y desarmado el tren delantero me fui hasta David en bus para dejar rehaciendo los pernos verticales y bujes de ambas ruedas directrices en una torneria. Luego fue pasar a retirar y ver los resultados y aunque la reparación salio un poco cara, creemos que valió la pena el esfuerzo ya que promete muchos mas kilometros de vida de ruta, de nuevos caminos y nuevas aventuras en lejanas y desconocidas tierras. Y ya en breve estando en condiciones de rearmar el tren delantero el nautilus volverá a su lugar en las pistas... Pero mientras y hasta acabar el alquiler, seguimos trabajando con la artesania en el bar "amigos" donde nos reencontramos con nuestro amigo Gerónimo, su hermana Carmela y la pequeña Sandra Di que ha sumado un añito nuevo a su vida. Otros lokos mas llegaron, pasaron, saludaron y se fueron de y por este lugar, y disfrutamos su grata compañía, encargando su cuidado como siempre a El Camino. Por suerte el resto de las cosas van bien a pesar del Nautilus, y cosa extraña si las hay, coincidimos en Boquete para un año justo después de la última vez que estuvimos aquí, lo que da para reflexionar amén de lo obvio - la pucha che! que cómo vuela el tiempo!! Nuestro gran consuelo en estos dias: logramos tener frio y revivir una especie de añorado otoño, aunque sin hojas marrones y secas, escapándonos una vez mas del calor tropical!! abrazos y hasta la proxima. v.d.y.n.

3 comentarios:

El Pacha dijo...

Muchachos, no aflojen, vengo leyendo el blog hace rato sin comentar, que pedazo de viaje están haciendo! Yo estoy restaurando ua furgoneta citroen para volver a méxico. estuve unos años viviendo ahí. Cuando lleguen van a poder dejar la combi pipí cucú, mexico es el paraiso vw, y los artesanos la pasamos bomba siempre en tierras aztecas.

abrazo desde córdoba

Anónimo dijo...

Hola chicos como andan? encontre el blog de casualidad buscando info porque a fin de este año tenemos pensado con mi novia salir a la ruta (a pata) pero estamos duvitativos con respecto a cuan redituable para viajar puede llegar a ser el macrame? basicamente si alcanza para hospedarse comer y ahorrar algo para pagar buses etc... les dejo mi mail juanmanuelpr82@hotmail.com saludos juan!

liliana dijo...

Hola:chicos,no crean que me he olvidado de ustedes,siempre los tengo en mente y en mi corazon.Ustedes son increibles el coraje que tienen para cumplir su meta,bueno de eso vivimos,de nuestros suenos!los admiro mucho y sigan adelante.Nos hacen mucha falta los viernes?hacer aquella tertulia que bien que la pasamos,si saben algo de Isa y el marrueco (nunca me aprendi el nombre)saludelos de mi parte.Un beso y abrazos a la distancia,cuidense mucho Lily...